Ha pasado un año desde enero del 2022 cuando Boston College publicó los resultados del estudio “Cultivando talento: Resultados del estudio nacional examinando maneras de incrementar la presencia de maestros y líderes hispanos en las escuelas católicas” (en inglés). Mi colega, la Dra. Melodie Wyttenbach y yo fuimos los investigadores principales del proyecto.
Mucho ha ocurrido durante este tiempo. Más de cien expertos en educación católica nos reunimos en octubre del 2022 en Boston College para una cumbre nacional sobre educadores católicos hispanos. En diciembre del mismo año el Journal of Catholic Education publicó un número especial basado en el estudio (accesible sin costo alguno).
Entradas de blog, podcasts, entrevistas, presentaciones, artículos en revistas y muchas conversaciones han examinado los resultados del estudio durante estos meses. La conversación apenas comienza.
¿Por qué tenemos que continuar el diálogo sobre la necesidad de incrementar el número de maestros y líderes hispanos en las escuelas católicas? ¿Qué debemos hacer para apoyar a estos educadores? He aquí tres razones, sobre las cuales hay más detalles en el reporte.
Primero, realidades demográficas. Saber quiénes somos hoy nos ayudará a planear mejor el mañana. Cerca del 45% de los católicos en los Estados Unidos de América somos hispanos. También lo es cerca del 60% de la población católica en edad escolar. Las escuelas católicas necesitan seguir invirtiendo en esfuerzos para que su población estudiantil refleje cada vez más los rostros en nuestras parroquias y comunidades católicas. En muchas partes del país esa población es hispana.
El compromiso de incrementar la población hispana en las escuelas católicas no se puede limitar simplemente a la matriculación de estudiantes. Necesitamos más maestros y líderes hispanos también. Ellos sirven como modelo de vida para todos los estudiantes, especialmente los estudiantes hispanos.
Cualquier estudiante hispano debería poder decir, “un día quiero ser maestro(a) — o líder — como mi maestro(a) hispano(a)”. Verse reflejado en las personas que uno admira es muy importante. Eso incluye el hallar conexiones a nivel de raza, etnicidad, cultura e idioma.
Segundo, los maestros y líderes hispanos han cultivado naturalmente competencias interculturales muy importantes para educar a la siguiente generación de católicos y ciudadanos para que convivan con éxito en una sociedad diversa. La mayoría de estos maestros son bilingües y biculturales. Ellos entran al salón de clase como mediadores culturales que se relacionan bien con estudiantes hispanos, estudiantes de otras culturas y sus familias.
El vivir en contextos diversos exige que nuestros niños y jóvenes en escuelas católicas aprendan habilidades y actitudes que les ayuden a apreciar aquello que es diferente. También necesitan aprender a vivir en medio de tensiones y desacuerdos. La mayoría de los maestros y líderes hispanos aprendieron esas competencias a medida que crecían en los Estados Unidos o se adaptaban a esta sociedad como inmigrantes. Su sabiduría fortalece la experiencia educativa católica de manera inimaginable.
Finalmente, la mayoría de los maestros y líderes hispanos en escuelas católicas son católicos practicantes. Estas personas valoran la riqueza de la vida sacramental y espiritual de la Iglesia, y están comprometidas sinceramente a fortalecer la identidad católica de nuestras escuelas. Con frecuencia, ellas se inspiran en la vitalidad que caracteriza a las prácticas de catolicismo popular. Su presencia es muy positiva para nuestras escuelas.
El reporte del estudio “Cultivando talento” (Cultivating Talent) confirma que los maestros y líderes hispanos están comprometidos con asuntos de justicia y desean vivir la doctrina social de la Iglesia. Estos educadores conocen bien las dificultades que muchos hispanos tienen en nuestra sociedad, pues muchos de ellos experimentan esas mismas dificultades, y quieren asegurarse de que toda persona que encuentren viva con dignidad.
Para los maestros y líderes hispanos en colegios católicos, la educación de la siguiente generación de católicos, hispanos en su mayoría, es una responsabilidad personal bastante asociada a su identidad cultural. En este sentido son pioneros. Es mi esperanza que la reflexión sobre cómo encontrar maneras de incrementar el número de maestros y líderes hispanos en colegios católicos mantenga su vitalidad como ha sido el caso durante el último año.
Hosffman Ospino es profesor de teología y educación religiosa en Boston College. Su columna “Caminando Juntos” se publica mensualmente.