WASHINGTON (OSV News) — Los obispos de Estados Unidos elogiaron el 10 de julio el reciente anuncio del Departamento de Seguridad Nacional de EE.UU. de que ampliaría los procesos de reunificación familiar para algunos migrantes.
El 7 de julio, el departamento dijo que implementaría los nuevos procesos para personas elegibles de Colombia, El Salvador, Guatemala y Honduras. El programa ampliado, que comenzó el 10 de julio, permite a los migrantes de esos países viajar a EE.UU. y obtener permisos de trabajo si tienen familiares que son ciudadanos estadounidenses o residentes legales, y esos familiares presentaron solicitudes de visas en su nombre. Este permiso humanitario o “parole” se determinaría caso por caso, según las autoridades
En una declaración, el obispo Mark J. Seitz de El Paso, Texas, presidente del Comité de Migración de la Conferencia de Obispos Católicos de EE.UU., dijo que los obispos “acogen con beneplácito este esfuerzo para brindar una oportunidad realista para lograr la unidad familiar y la reunificación, que son fundamentales para el sistema de inmigración de EE.UU. y los principios centrales de la doctrina social católica”.
“Como sabemos, ‘las relaciones familiares contribuyen decisivamente a la sana construcción de la sociedad humana en fraternidad, que no puede reducirse simplemente a los habitantes de un territorio o a los ciudadanos de un Estado que viven juntos'”, dijo el obispo Seitz, citando un informe del Vaticano de 2015.
“Por desgracia, lo que demuestra la necesidad de tales programas — y como ya han subrayado programas similares creados para cubanos y haitianos — es que los retrasos siguen planteando retos insostenibles para los aspirantes a inmigrantes que buscan acogerse a las limitadas vías legales actualmente disponibles, ya sean de naturaleza familiar o laboral”, prosiguió. “Por eso mis hermanos obispos y yo, junto con la gran mayoría de los líderes cívicos y el público estadounidense, sabemos que la reforma migratoria es, en última instancia, la única solución verdadera y sostenible a estos desafíos”.
El obispo Seitz dijo que los obispos “siguen instando al Congreso a unirse sobre una base bipartidista para lograrlo, una tarea difícil pero no imposible, como lo demuestran medidas recientes como la Ley de Dignidad (Dignity Act)”.
Entre otras disposiciones, la medida “tiene en cuenta la contribución de los inmigrantes, incluidos los Dreamers, a nuestro país al otorgarles protecciones legales para permanecer en Estados Unidos si cumplen ciertas condiciones”, dijo en un comunicado la copatrocinadora, la representante Jenniffer González Colón, republicana de Puerto Rico. “Dreamers” se refiere a los jóvenes inmigrantes, traídos a los EE.UU. como niños sin autorización legal, que califican para la Ley de Desarrollo, Alivio y Educación para Menores Extranjeros (DREAM).
La Ley de Dignidad también aseguraría la frontera, y crearía un proceso para los que ya están en los EE.UU. sin autorización para pagar una restitución y “se integren a la sociedad estadounidense”.
Funcionarios de inmigración dijeron que la medida sobre la reunificación familiar tenía por objeto “proporcionar vías legales” a los migrantes que buscan la ciudadanía o la residencia legal en Estados Unidos y “reducir la peligrosa migración irregular”.
En una declaración del 7 de julio anunciando los nuevos procesos, el Secretario de Seguridad Nacional Alejandro Mayorkas dijo que dichos procesos “promueven la unidad familiar y proporcionan vías legales congruentes con nuestras leyes y nuestros valores”.
“El Departamento ha demostrado que la ampliación de vías seguras, ordenadas y legales, combinada con medidas enérgicas de aplicación de la ley, resulta eficaz para reducir la migración irregular y peligrosa a Estados Unidos”, dijo Mayorkas.
Kate Scanlon es una reportera nacional de OSV News que cubre Washington. Síguela en Twitter @kgscanlon.