BOGOTÁ, Colombia (OSV News) — A lo largo del III Congreso de Doctrina Social de la Iglesia del Consejo Episcopal Latinoamericano y Caribeño (CELAM), documentos papales como Querida Amazonía, Fratelli Tutti, Laudato Si y Evangelii Gaudium fueron fuente de referencia para abordar las distintas reflexiones frente a los cuatro sueños del Papa Francisco para un mejor futuro social, ecológico, cultural y eclesial.
Los ponentes, moderadores y participantes de las distintas sesiones escucharon las exposiciones de expertos durante el segundo día del congreso. Entre el 21 de abril y el 23 de abril, se compartieron más de 50 “experiencias compartidas por hermanas y hermanos de toda la región,” dijo CELAM.
En un documento de Resonancias Iniciales compartido por CELAM, fruto de este encuentro sinodal que no pretende arrojar conclusiones ni una síntesis formal, se dijo que los participantes pudieron “reflexionar juntos sobre las interpelaciones que la realidad le hace a la Doctrina Social de la Iglesia desde los cuatro sueños de Querida Amazonía: social, cultural, ecológico y eclesial”.
“Cuidamos no caer en una mirada simplista, que saca conclusiones apresuradas, sino animarnos a que este Congreso sea parte del camino sinodal y de la Asamblea Eclesial Latinoamericana y Caribeña”, continuó el documento. “Así mismo lo entendemos como un proceso que nos habilita en una agenda abierta de interpelaciones, retos y desafíos. De esta manera intentando descubrir y encarnar la praxis de Jesús”.
Según Guillermo Sandoval, director del Centro de Gestión del Conocimiento del CELAM, los presentes brindaron mucha alegría y energía.
“Estaban en un ánimo y una disposición de trabajo que realmente conmueve y además todo fue desarrollado en un ambiente de oración que fue también muy especial, muy profundo y muy vivido”, afirmó Sandoval en un video de cierre realizado para ADN CELAM, uno de los medios institucionales.
En el día final del congreso, se invitaron a personas representando diferentes regiones de Latinoamérica y el Caribe a compartir sus testimonios de lo vivido en esos tres días. “Cuando sueñas solo, sólo es un sueño, cuando sueñas con otros, es el comienzo de la realidad”, expresó Juan, representando a los países bolivarianos.
Jessica, representante de Centroamérica y México, quien llamó al congreso “un espacio de caminar juntos como Pueblo de Dios desde una Iglesia con rostro sinodal.”
“Estos días hemos conocido diferentes rostros, cada una desde sus diferentes realidades. Hemos también compartido las riquezas culturales que tenemos como Iglesia”, compartió. “La escucha, la acogida y la apertura han jugado un papel importante en el desarrollo de los espacios de grupos. Creo que son estos espacios, espacios como estos encuentros que hay que seguir fomentando en nuestra Iglesia”.
El mensaje del cardenal Michael Czerny, prefecto del Dicasterio para el Servicio del Desarrollo Humano Integral de la Santa Sede, también fue mencionado al cierre del congreso.
“La solución al clericalismo no pasa por perpetuar un modelo de gobierno vertical y autoritario, sino por promover y formar a los laicos en un auténtico y genuino espíritu de pertenencia y participación eclesial,” había dicho el prelado durante sus intervenciones. “No se puede contrarrestar el clericalismo si, al mismo tiempo, no se permite que surja un laicado responsable y fiable”.
Por otra parte, el documento de Resonancias Iniciales aseguró que participantes se sintieron interpelados y conmovidos por la urgencia del llamado a la solidaridad con las personas que viven “en situaciones dolorosas, a veces desgarradoras,” abrazando, al mismo tiempo, “la esperanza de este tiempo pascual que nos invita a no tener miedo y caminar en la paz del Señor Resucitado”.
El diálogo del congreso también cubrió realidades vinculadas a la crisis educativa, la necesidad de nuevos modelos económicos, el incremento de la violencia, el ejercicio de la democracia, la defensa de los derechos humanos, la violencia y construcción de la paz, la necesidad de buscar respuestas a los retos sociales éticos de las nuevas tecnologías, así como a las secuelas de la pandemia. Además de diálogos se hablaron de compromisos para continuar abordando esas realidades.
“El clamor de la tierra, el grito de los pobres y el vía crucis de los migrantes, fueron ejes vertebradores de la escucha y el discernimiento”, dijo el documento.
Así se dio por concluido este III Congreso de la Doctrina Social de la Iglesia, cuyos frutos buscaron reavivar el ímpetu de los presbíteros, fieles y organizaciones a seguir recorriendo y alimentando juntos este proceso sinodal a la luz de la escucha y la acción que involucre a todos los actores de la realidad iglesia y la realidad humana.
Marietha Góngora escribe para OSV News desde Bogotá, Colombia.