CIUDAD DEL VATICANO (CNS) — Un día después de cancelar una audiencia debido a síntomas leves de gripe, el Papa Francisco dirigió el rezo del Ángelus del mediodía con normalidad y conmemoró el segundo aniversario del ataque a gran escala de Rusia contra Ucrania.
“¡Tantas víctimas, heridos, destrucción, angustia, lágrimas en un período que se está haciendo terriblemente largo y cuyo final aún no se vislumbra!”, dijo el Papa el 25 de febrero, recordando a unos 20.000 visitantes en la Plaza de San Pedro que Rusia lanzó su ofensiva a gran escala el 24 de febrero de 2022.
“Es una guerra que no sólo está devastando esa región de Europa, sino que está desatando una ola global de miedo y odio”, dijo el Papa Francisco.
Aunque su voz era más grave de lo normal, el Papa no mostró signos de sentirse mal; no tosió o parecía experimentar problemas para respirar como lo ha hecho en el pasado cuando el Vaticano dijo, como lo hizo el 24 de febrero, que estaba experimentando “síntomas similares a la gripe”.
Decenas de personas en la multitud del 25 de febrero sostenían pancartas arco iris con la palabra “No violencia” en italiano.
“Al tiempo que renuevo mi más profundo afecto por el atormentado pueblo ucraniano y rezo por todos, especialmente por las numerosas víctimas inocentes”, dijo el Papa, “abogo por el restablecimiento de ese poco de humanidad que cree las condiciones para una solución diplomática en busca de una paz justa y duradera”.
El Papa Francisco también pidió a la multitud que rezara “por Palestina, por Israel y por los numerosos pueblos devastados por la guerra, ¡y de ayudar concretamente a los que sufren! Pensemos en tanto sufrimiento, pensemos en los niños heridos — inocentes”.
Lanzando su mirada al resto del mundo, el Papa dijo que está preocupado por el aumento de la violencia en el este del Congo, y se une a los obispos de la nación para pedir a todos a rezar por la paz, “esperando el fin de los combates y la búsqueda de un diálogo sincero y constructivo”.
El Papa Francisco también se unió a los obispos de Nigeria y los líderes del Dicasterio para la Evangelización en la denuncia de “los secuestros cada vez más frecuentes en Nigeria”.
“Expreso mi cercanía en la oración al pueblo nigeriano, con la esperanza de que se hagan esfuerzos para frenar en lo posible la propagación de estos episodios”, dijo el Papa.