FÁTIMA, Portugal (CNS) — Ante 200.000 peregrinos en Fátima, muchos de ellos con lágrimas en los ojos, el Papa Francisco sugirió un nuevo título de devoción mariana — “Nuestra Señora apurada” — para describir cómo María se apresura a cuidar de todos sus hijos.
“Hay tantas advocaciones marianas”, dijo a la multitud en el Santuario de Nuestra Señora de Fátima el 5 de agosto, pero una que no es común y debería serlo proviene del relato bíblico de la visitación cuando María se pone en camino para ver a su prima que también está embarazada.
“Es una traducción un poco libre, pero donde el Evangelio dice que ‘salió con apuro’, nosotros diríamos que salió corriendo”, dijo; “salió corriendo con ese afán de ayudar, de estar presente”.
“‘Nuestra Señora apurada, ¿les gusta eso?” preguntó el Papa Francisco a sus compañeros de peregrinación. “Digámoslo todos juntos: ‘Nuestra Señora apurada’. Se apura para estar cerca de nosotros, se apura porque es Madre”.
“Cada vez que hay un problema, cada vez que la invocamos, no se tarda, se apresura”, dijo el Papa a la multitud, que era una mezcla de jóvenes que visitaban Portugal para la Jornada Mundial de la Juventud y miles de lugareños que vinieron de todo el país a Fátima para ver al Papa.
Desde la primera fila de la multitud, Margarida Vieira, de Portugal, le contó a Catholic News Service que su grupo de cuatro personas llegó a las 3 p.m. del día anterior y pasó la noche para conseguir un buen sitio para ver al Papa. Muchos peregrinos estaban echados en colchonetas de yoga y sacos de dormir en las horas previas a la llegada del Papa.
La mañana del Papa Francisco en Fátima, a unas 75 millas al norte de Lisboa, donde se celebra la Jornada Mundial de la Juventud, marcó su segunda visita al santuario mariano. En 2017, celebró misa allí para conmemorar el centenario de las apariciones de Nuestra Señora de Fátima a tres niños portugueses.
Fátima también ha estado relacionada con los llamamientos públicos a la oración del Papa Francisco para poner fin a la guerra en Ucrania. En marzo de 2022, poco más de un mes después de que Rusia lanzara su invasión a gran escala de Ucrania, el Papa consagró a ambos países al corazón inmaculado de María, rezando ante una estatua de Nuestra Señora de Fátima en la Basílica de San Pedro.
Sor Lúcia dos Santos, una de las tres videntes de Fátima, había dicho que María pidió que Rusia fuera consagrada a su corazón inmaculado por un Papa reinante para traer la paz al mundo. Papas anteriores habían consagrado Rusia al corazón inmaculado de María de diversas formas, pero nunca habían mencionado al país por su nombre como hizo el Papa Francisco en 2022.
En Fátima, sin embargo, el Papa Francisco no hizo ninguna mención a la guerra o a la paz en Ucrania o en algún otro lugar, sino que dejó de lado un texto preparado para decir a los cientos de miles de peregrinos que invitaran a María a su corazón.
Pero el obispo de Leiria-Fátima, José Ornelas Carvalho, dio la bienvenida al Papa e introdujo el acto dirigiendo la atención de la gente a “la guerra en Ucrania y tantos otros focos de conflicto en el mundo, que pesan dramáticamente sobre las vidas y el futuro, especialmente de los niños y los jóvenes”.
Los que se unieron al Papa en la oración, dijo, tenían presente “la solicitud maternal de la madre de Jesús, revelada aquí a tres niños, simples y pobres niños pastores, durante una guerra sangrienta”, la Primera Guerra Mundial.
Matteo Bruni, director de la oficina de prensa del Vaticano, dijo a los periodistas tras la ceremonia que cuando el Papa rezó ante la estatua de Nuestra Señora de Fátima “rezó en silencio y con dolor por la paz”. Bruni también señaló que el cuarto misterio del rosario en el evento era una oración por la paz.
Se esperaba que el Papa ofreciera una oración especial a María por la paz tras sus declaraciones en Fátima, pero en su lugar el Vaticano publicó una versión abreviada de la misma en la cuenta de Twitter del Papa.
“Te consagramos la Iglesia y el mundo, especialmente los países en guerra. Obtén para nosotros la paz”, decía el tuit. “Tú, Virgen del camino, abre senderos donde parece que no existen. Tú que desatas los nudos, deshaz los enredos del egoísmo y los lazos del poder”.
El día anterior a su visita a Fátima, el Papa no leyó dos discursos preparados, sino que improvisó sus comentarios tras bromear con que sus gafas “no funcionaban” y que no quería forzar la vista.
Bruni dijo a los periodistas: “No hay ningún problema de visión”. Ayer por la mañana, en el transcurso de la reunión con instituciones benéficas, hubo un problema con la iluminación que hizo que se reflejaran en sus gafas, y no pudo leer”.
Hablar improvisadamente “no es un problema de visión”, repitió Bruni, sino la “elección de un pastor respecto a la gente”.
En la Capilla de las Apariciones, que marca el lugar exacto donde los tres niños vieron a María en 1917, el Papa Francisco rezó el rosario con 106 jóvenes discapacitados y enfermos y seis jóvenes encarcelados.
La capilla, situada en el centro del santuario, “es como una hermosa imagen de la Iglesia: acogedora, sin puertas, para que todos puedan entrar”, dijo.
Y también en Fátima, señaló el Papa Francisco, “podemos insistir en que todos puedan entrar, porque esta es la casa de la Madre, y una madre siempre tiene el corazón abierto para todos sus hijos”.
