(OSV News provides Spanish translations of Catholic News Service stories. Read this story in English on the USCCB website.)
CIUDAD DEL VATICANO (CNS) — El Papa Francisco ha enviado al cardenal Matteo Zuppi, su enviado especial, a Washington D.C., como parte de sus esfuerzos humanitarios en curso para ayudar a Ucrania.
La visita del 17 al 19 de julio “se enmarca en la misión destinada a promover la paz en Ucrania y tiene como objetivo intercambiar ideas y opiniones sobre la trágica situación actual y apoyar las iniciativas humanitarias para aliviar el sufrimiento de las personas más afectadas y frágiles, especialmente los niños”, dijo el Vaticano en un comunicado el 17 de julio.
El cardenal viajó a Rusia y Ucrania en los últimos meses para reunirse con funcionarios del gobierno en nombre del Papa.
El cardenal Zuppi, arzobispo de Bolonia y presidente de la Conferencia Episcopal Italiana, “viajará a Washington D.C. como enviado del Santo Padre Francisco”, dijo el Vaticano el 17 de julio. Le acompañará un funcionario de la Secretaría de Estado vaticana.
El cardenal Zuppi explicó recientemente que la misión vaticana se ha centrado en desarrollar un plan para regresar a Ucrania a los niños deportados ilegalmente a Rusia, no en mediar en el conflicto.
La secretaria de prensa de la Casa Blanca, Karine Jean-Pierre, dijo que el presidente de Estados Unidos, Joe Biden, y el cardenal Zuppi se reunirán en la Casa Blanca el 18 de julio para “discutir el sufrimiento generalizado causado por la brutal guerra de Rusia en Ucrania”.
“También discutirán los esfuerzos de Estados Unidos y la Santa Sede para proporcionar ayuda humanitaria a los afectados y el enfoque (de la Santa Sede) en la repatriación de los niños ucranianos deportados a la fuerza por las autoridades rusas”, dijo Jean-Pierre en una declaración escrita el 17 de julio.
El cardenal estuvo en Moscú del 28 al 30 de junio y se reunió con el Patriarca ortodoxo ruso Kirill de Moscú; Yury Ushakov, asesor de política exterior del Kremlin y antiguo embajador en Estados Unidos; y Maria Lvova-Belova, comisaria rusa para los derechos de la infancia, acusada por la Corte Penal Internacional de ayudar al secuestro y deportación de niños ucranianos a Rusia.
Ushakov dijo en una entrevista con la agencia de noticias Interfax publicada el 30 de junio que, aunque no se llegó a ningún acuerdo en sus reuniones, el deseo del cardenal de “despolitizar todos los asuntos humanitarios” era importante para Rusia, y que Moscú “aprecia la postura equilibrada e imparcial del Vaticano” sobre la situación en Ucrania.
En la presentación de un libro en Roma el 4 de julio, el cardenal dijo a los periodistas que ya había hablado con el Papa sobre su viaje a Moscú y que el Vaticano está trabajando actualmente en un “mecanismo” para ayudar a los niños ucranianos que han sido llevados a Rusia, informó Vatican News.
“Los niños deberían poder regresar a Ucrania”, dijo. “El siguiente paso será, en primer lugar, examinar a los niños y, a continuación, ver cómo recuperarlos, empezando por los más frágiles”.
“No hay un plan de paz (o) mediación”, dijo, “hay una gran aspiración de que la violencia termine, de que se puedan salvar vidas humanas empezando por la defensa de los más jóvenes”.
En su intervención en un acto sobre la guerra en Europa, el 2 de julio, el cardenal Zuppi dijo que las autoridades ucranianas están solicitando encarecidamente la ayuda del Vaticano en los esfuerzos humanitarios, en particular para proteger a los menores y a los niños pequeños.
El cardenal dijo el 2 de julio que la preocupación del Papa Francisco es “crear todas las oportunidades para ver, escuchar y fomentar todo lo que pueda conducir hacia una resolución del conflicto”.
“Por supuesto que hay pequeñas aperturas, hay que buscarlas”, dijo. “Es precisamente en la oscuridad donde hay que buscar la luz de la paz sabiendo que nadie tiene una varita mágica”.
El cardenal Zuppi viajó a Ucrania los días 5 y 6 de junio, donde visitó Bucha y Kiev. En la capital se reunió con funcionarios ucranianos, entre ellos el presidente Volodymyr Zelenskyy. Tras su reunión del 6 de junio, el presidente escribió en su canal de Telegram que sólo el aislamiento diplomático y la presión sobre Rusia podrían traer una “paz justa” a Ucrania.
Contribuyó a este informe Justin McLellan en Roma.