(OSV News) — Las personas pobres y los vulnerables deben estar en el centro de las políticas sobre el cambio climático, afirmaron dos obispos de la Iglesia católica de EE.UU. y el director de la agencia humanitaria internacional de la Iglesia estadounidense, en una declaración emitida antes de la reunión anual de las Naciones Unidas sobre el clima.
La COP 29 estaba programada a celebrarse del 11 al 22 de noviembre en Bakú, capital de Azerbaiyán. Las COP, que reciben su nombre de la “Conferencia de las Partes” que firmó el acuerdo original de 1992, se celebran en el marco de la Convención Marco de las Naciones Unidas sobre el Cambio Climático (CMNUCC), que entró en vigor en 1994 y cuenta actualmente con 198 partes (197 países más la Unión Europea).
“El impacto de las políticas sobre el cambio climático en los pobres y vulnerables debe ocupar un lugar prioritario en la mente y el corazón de los líderes y personas influyentes que se reúnan en la conferencia”, afirmó el arzobispo Metropolitano Borys A. Gudziak, de la Arquidiócesis Católica Ucraniana de Filadelfia, presidente del Comité de la Conferencia de Obispos Católicos de Estados Unidos sobre Justicia Doméstica y Desarrollo Humano; el obispo A. Elias Zaidan de la Eparquía Maronita de Nuestra Señora del Líbano, presidente del Comité de Justicia Internacional y Paz de la conferencia episcopal (conocida como USCCB por sus siglas en inglés); y Sean Callahan, presidente y CEO de Catholic Relief Services (CRS), dijeron en una declaración conjunta el 8 de noviembre.
“El Papa Francisco ha subrayado el cuidado de nuestra tierra en su encíclica ‘Laudato Si’, y también ha hecho hincapié en el cuidado de los pobres y los marginados”, dijeron. “Es nuestra oración que esta sea una prioridad en el centro de las deliberaciones sobre el cambio climático”.
Entre las prioridades clave de la COP 29 se encuentran asegurar un nuevo objetivo sobre financiación climática, garantizar que todos los países tengan los medios para tomar medidas climáticas mucho más enérgicas, reducir drásticamente las emisiones de gases de efecto invernadero y construir comunidades resilientes, según el sitio web de la CMNUCC.
Además, en la reunión se evaluarán los planes climáticos nacionales de los países para garantizar que “abarcan toda la economía”, se centran en la eliminación progresiva de los combustibles fósiles y garantizan que el mundo se mantiene en la senda de limitar el calentamiento global — el calentamiento a largo plazo de la superficie terrestre debido a las actividades humanas causantes del cambio climático — a 1,5 grados centígrados (2,7 grados Fahrenheit) por encima de los niveles preindustriales, en cumplimiento del Acuerdo de París de 2015.
Simon Stiell, secretario ejecutivo de la CMNUCC, dijo en un vídeo del 8 de octubre publicado en el canal de YouTube de Cambio Climático de la ONU que la COP 29 “es un momento vital para el mundo”, y añadió que “esta transición no debe dejar a nadie atrás”.
El trabajo de la COP 29 hacia un nuevo objetivo de financiación — formalmente conocido como el “nuevo objetivo colectivo cuantificado sobre financiación climática”, o NCQG por sus siglas en inglés — debe estar conformado por “las necesidades de las personas y los países pobres”, dijo la declaración del arzobispo Gudziak, el obispo Zaidan y Callahan.
“Lamentablemente, los préstamos para abordar la política climática han representado una parte excesiva de la financiación para el clima”, afirmaron. “Esto debe evitarse de cara al futuro”.
Su declaración enfatizaba: “Debido a las bendiciones que Dios ha otorgado, Estados Unidos tiene una responsabilidad especial para dar forma a estas discusiones para servir a toda la familia humana”.
Al mismo tiempo, afirmaron que la negociación de dicha financiación debería equilibrar la ambición con las normas de responsabilidad y transparencia para dar prioridad a los más vulnerables, al tiempo que se consigue el mayor impacto.
“Los pobres y vulnerables son los más afectados por la intensificación de las catástrofes, por lo que la adopción de estrategias de inversión eficaces para la adaptación es una cuestión de justicia”, añadió su declaración. “Aunque ya existen recursos y tecnologías probadas para resistir muchos desastres naturales y provocados por el hombre, lamentablemente suelen ser un privilegio para los ricos”.
La adaptación necesaria para hacer frente a estos retos climáticos “beneficia por igual a las naciones desarrolladas y a las que están en vías de desarrollo”, salvando vidas y protegiendo los ecosistemas, afirma la declaración de Mons. Gudziak, Mons. Zaidan y Mons. Callahan. No hacerlo, subrayaron, ha resultado en muchos casos más costoso que “los costos de construir resiliencia”.
“Que la COP29 contribuya a la salud y a la curación de nuestro futuro común”, afirmaron.
Gina Christian es reportera multimedia de OSV News. Sígala en X (antes Twitter) @GinaJesseReina