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Una religiosa denuncia indiferencia del Gobierno de México ante crisis migratoria

In the downtown area of Mexico City, a man is seen wrapped in a plastic blanket in this undated photo. Josephine Sister María Magdalena Silva Rentería said the lack of attention from government authorities to address the migration crisis is causing hundreds of migrants to live in street conditions and uncertainty. (OSV News photo/Luis Donaldo González, Global Sisters Report)

By Luis Donaldo González

CIUDAD DE MÉXICO (OSV News) — Durante una conferencia internacional e interdisciplinar sobre migración en julio, la hermana josefina y activista de derechos humanos María Magdalena Silva Rentería denunció la falta de interés del Gobierno para atender la crisis migratoria.

“La Ciudad de México se ha convertido en otra frontera”, declaró la hermana Silva Rentería frente a los académicos e investigadores. “Hace dos años que el flujo migratorio subió tremendamente. Nosotras dimos parte a las autoridades, pero ellos siempre tienen otros datos”.

El discurso de la religiosa fue la primera respuesta al panel Im-mobilities and Human Rights in the Americas, con el que se inauguró The Migration Conference (TMC) 2024 en la Universidad Iberoamericana de Ciudad de México, que tuvo lugar del 3 al 9 de julio. En esta reunión también participaron la socióloga y profesora del Colegio de la Frontera Norte, en Tijuana, María Dolores París Pombo; el senador mexicano Emilio Álvarez Icaza; y Karla Valenzuela Moreno, del Departamento de Relaciones Internacionales de la Universidad Iberoamericana y organizadora de TMC.

Desde hace 13 años, la hermana Silva Rentería ha trabajado con organizaciones civiles y religiosas dedicadas a atender a los migrantes que pasan por la Ciudad de México en su camino para llegar a los Estados Unidos. `

“Esto me ha permitido tener un panorama muy amplio de la vida y de lo que se juega en estos espacios”, dijo la hermana.

Además de haber coordinado la Red de Documentación de las Organizaciones Defensoras de Migrantes (Redodem) — dedicada al registro de las violaciones a los derechos humanos que los migrantes padecen día a día– — la hermana Silva Rentería es la fundadora y directora de la Casa de Acogida, Formación y Empoderamiento para Mujeres y Familias Migrantes y Refugiadas (Cafemin).

A pesar de ser el albergue más grande de la Ciudad de México, con capacidad para 150 migrantes (y en un momento, dar refugio a 800), “nunca nada es suficiente”, dijo la hermana Silva Rentería.

De acuerdo con el testimonio que los migrantes dan a Cafemin, el 90% de las mujeres migrantes han sufrido una violación sexual en el camino, mientras que el 60%, más de dos violaciones. “Ellas lo saben y vienen preparadas física y biológicamente, con anticonceptivos. Pero el impacto en su salud mental es terrible”, apuntó la hermana Silva Rentería.

“Antes no registrábamos violaciones sexuales en varones”, explicó la hermana. “Hoy las cifras se van igualando” entre mujeres y hombres.
La religiosa denunció que las autoridades gubernamentales no tienen interés en atender la crisis migratoria, pues para ellos “los migrantes no son nada; no votan”, afirmó.

Para la hermana Silva Rentería, estas situaciones provocan que cientos de migrantes vivan en situación de calle e incertidumbre en la Ciudad de México.

“Al vernos los albergues rebasados, exigimos que se abriera un espacio. (El Gobierno) abrió el albergue de Tláhuac y fue un fracaso total. No porque no tengan los recursos”, dijo la hermana Silva Rentería, quien añadió que ella y su equipo se ofrecieron a colaborar con este recinto, sin embargo, las autoridades se negaron, pues solo buscaban publicidad en los medios de comunicación.

“Simplemente no hay voluntad”, dijo.

Durante su intervención de 20 minutos, la hermana Silva Rentería también hizo mención de la mala gestión del Instituto Nacional de Migración (INM). “Se están dedicando a golpear y perseguir a los migrantes”, dijo. “Lo que hacen es detener — en el mejor de los casos — detener y deportar. En el peor de los casos — y en el que hemos sido testigos — es entregar al crimen organizado”, acotó.

“Esto lo digo porque tenemos casos documentados”, afirmó la religiosa y añadió que en Cafemin también han tenido casos exitosos de rescate de personas, “pero de 100, solo (consiguen salvar a) dos”.

“El crimen organizado es quien gana”, declaró.

“Hace cuatro meses tuvimos que cerrar Cafemin porque el crimen organizado comenzó a cobrarnos piso”, dijo la hermana Silva Rentería a Global Sisters Report (GSR). “Poco a poco estamos trabajando para reabrir”.

La socióloga París Pombo mostró en una presentación que en el ámbito nacional se registran abusos a los migrantes por parte de distintas entidades. “Hay casos generalizados de extorsión”, explicó y añadió: “Las formas de violencia que se van encimando son el secuestro y la trata de personas, la detención migratoria y la explotación”.

París Pombo también evocó la trágica muerte de 40 migrantes en un centro de detención del INM. “Muchas de las personas que estaban ahí tenían documentos migratorios, pero no habían pagado la extorsión”, afirmó.

Por su parte, el senador Álvarez Icaza señaló que México vive una de sus peores gestiones en materia migratoria. Explicó que los recursos de la Agencia Mexicana de Cooperación Internacional para el Desarrollo (Amexcid) fueron utilizados para arreglar las instalaciones que se usan para detener a los centroamericanos.

“La Amexcid ha estado financiando cárceles ilegales”, declaró.

La hermana Silva Rentería señaló que durante el actual gobierno del presidente Andrés Manuel López Obrador, la Comisión Mexicana de Ayuda al Refugiado (Comar) ha sido tremendamente adelgazada. “No tienen recursos, ni humanos ni económicos, para atender a los migrantes”, apuntó.

“No tengo muchas expectativas”, dijo la religiosa sobre Claudia Sheinbaum, presidenta electa de México y el próximo presidente de EE.UU. “Ojalá y nos sorprendan”, expresó.

En 2019, la Comisión de Derechos Humanos de la Ciudad de México premió a la hermana Silva Rentería por su trabajo en favor de los migrantes y refugiados de la ciudad.

“A mí me preguntan si tengo miedo al estar defendiendo y viviendo, escuchando y tocando esta realidad en los albergues”, manifestó. “Yo les digo: no, no tengo miedo. Sigo porque soy mujer de esperanza”.

“Como dice el Papa Francisco, en los migrantes se toca la carne de Cristo”, aseveró la religiosa.

Luis Donaldo González escribe para Global Sisters Report.

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